La experimentación hace parte fundamental del desarrollo de nuestros niños y niñas de prejardín. En esta oportunidad, continuamos desarrollando nuestro sentido del tacto, tomando como punto de partida los intereses de los niños, quienes con su capacidad de asombro, imaginación y creatividad, crearon mundos imaginarios de princesas, dragones, cascadas y ríos de slime. A su vez, diferenciaron texturas y temperaturas que les permitieron conocer sobre su entorno y realizar conexiones con las actividades y experiencias que viven día a día. Este es el momento para jugar y experimentar con diferentes texturas y percibir el mundo que los rodea de una manera más divertida.