Los pequeños científicos de grado sexto del Colegio Colombo Gales se sumergieron en una emocionante exploración microscópica para comparar diferentes tipos de células. Equipados con batas de laboratorio y curiosidad desbordante, los estudiantes se embarcaron en una práctica única que les abrió los ojos al asombroso mundo de lo minúsculo.
El laboratorio zumbaba de emoción mientras los niños observaban con atención a través de los microscopios, explorando las maravillas invisibles que conforman la base de la vida. La práctica comenzó con el estudio de células vegetales, extraídas de la cebolla.
Después de sumergirse en el reino vegetal, los jóvenes científicos dirigieron sus microscopios hacia las células animales, tomando muestras de la mejilla con gran entusiasmo. Las risas resonaban en el laboratorio mientras los estudiantes compartían asombro al observar las diferencias y similitudes entre las células vegetales y animales.
Luego de esto, encontraron diferentes microorganismos, los cuales pertenecen a diferentes reinos de la naturaleza, lo que permite diferenciar las células de diferentes microorganismos presentes en el agua y en algunos micropreparados con los que cuenta en el colegio.
La actividad no solo fue educativa, sino también creativa. Los niños plasmaron sus descubrimientos en coloridos dibujos de células, destacando las características únicas que habían observado. Desde núcleos brillantes hasta membranas celulares detalladas, cada obra de arte era una expresión de la maravilla que habían experimentado en el laboratorio.
Al final de la práctica, los pequeños científicos compartieron sus experiencias, destacando lo emocionante que fue descubrir la complejidad oculta en cada célula. La lección no solo dejó conocimiento, sino también la semilla de la pasión por la ciencia, una que seguramente seguirá creciendo a medida que estos jóvenes exploradores continúen su viaje educativo.
Luis Miguel López
Laboratorista Colegio Colombo Gales.