«Hace Muchos, muchos pero muchos años, en un reino llamado Gales, cerca de las bellas tierras de Inglaterra, Irlanda y el océano Atlántico; sus habitantes que vivían allí pensaban en abandonar este maravilloso lugar porque se sentían muy agobiados por causa de los enormes estruendos producidos por la lucha entre dos dragones, uno blanco y uno rojo.
Estos sonidos eran tan fuertes que los ciudadanos empezaron a perder su capacidad de escuchar, perdiéndose de la magia del canto de los pájaros, la dulce voz de las hadas, y los sonidos propios de la naturaleza, del agua, la lluvia, el silbido del viento y muchos más.
Al percatarse el monarca de tan delicada situación ordena a su ejército cavar un enorme hoyo bajo tierra para llenarlo de miel y dejar a los dragones ahí hasta que se enfermaran del estómago y fueran más fáciles de combatir. Capturarlos no fue tarea fácil, pero finalmente y con trabajo en equipo los dragones fueron encerrados en el gran hoyo.
Sin embargo, pasaron días, meses y años antes de que alguien recordara que estos dos personajes continuaban sumergidos en la miel y bajo tierra; hasta que un nuevo rey decidió construir un gigante castillo en las tierras del Gales precisamente en ese lugar.
Al comenzar la construcción del castillo, se empezaron a observar cosas muy extrañas, hallando el gran hueco donde aún se encontraban con vida el dragón blanco y el dragón rojo, quienes golosamente consumieron gota a gota toda la miel. Algo extraño había sucedido, sus ojos habían cambiado de color y sus corazones eran ahora dulces y bondadosos.
El rey decidió ir en búsqueda del mago Merlín para pedir su consejo sobre la liberación de los dragones, y Merlín le aconsejó libéralos para que emprendieran un largo viaje en búsqueda de lugares mágicos que pudieran convertirse en su nuevo hogar.
Fue así como Cymru, el dragón rojo, descubrió un reino cuyos habitantes eran niños y niñas que cada día se reunían para dibujar un mundo lleno de fantasía, un mundo más pacífico y unido.
Desde aquel día este dragón rojo vuela por cada uno de los espacios del Colegio Colombo Gales compartiendo sonrisas y las más fantásticas aventuras»
En medio de esta mágica historia los estudiantes del Jardín infantil Stanford se vistieron de exploradores para descubrir el divertido mundo de Cymru; Aprendieron sobre autocuidado en «Shark Land», y en compañía de Baby Shark practicaron lavado de manos. Se divirtieron en «Pizza Land» al ritmo de rock and roll, burbujas y pizza.
Conocieron a Kika Garritas y al Hada de los cuentos en el bosque de las letras, y vieron como los dinosaurios cobraron vida a través de la realidad virtual.
Además exploraron «Fun lab», un laboratorio en el que el arte y la ciencia se mezclan con colores y sustancias. En «Challenges´ Land, probaron todas sus capacidades mentales y corporales para enfrentarse a grandes desafíos.
Fue un día increíble y lo mejor fue que todos adquirieron importantes tesoros; ser buenos comunicadores, informados e instruidos, reflexivos, audaces, de mentalidad abierta, solidarios, equilibrados, pensadores e indagadores.
El mundo de Cymru los seguirá esperando con más aventuras.